Historia Seleccion Sub20 3ra parte

Terminamos la historia de la selección...

Tras una serie de amistosos, el equipo nuevamente renovó jugadores. Se incluyeron jugadores como los arqueros José María Aller (27348053) y Mariano Del Boca (35967885), Andrés Córcico (35968825), Imanol Álvez (36067774) y Nicolás Flores (35968629) entre los defensores, Alfredo Oscar Melmik (27351864), Juan Sebastián Parra (35495333) y Héctor Rodolfo Quiroga (35736970) entre los volantes, como lateral Hipólito Álvarez (35496142), y Jair Díaz (35561976) y Carlos Zacarías (35575868) eran algunos de los delanteros destacables del plantel argentino. Sin mucha fortuna, los primeros partidos de la clasificación fueron una clara victoria contra Túnez y un injusto empate con Costa Rica, a la cual tendríamos que haber superado ampliamente pero con su táctica presionar. Por otro lado, gracias a que quizás subestimamos al rival, se perdió un partido claro con Filipinas, el cual, a fuerza de jugadores de más edad que Argentina, pudo hacer que el resultado se inclinara 2-1 a su favor. Increíblemente Argentina ya había dejado pasar dos oportunidades claras de sumar puntos. Para colmo, un empate 0-0 con Polonia no mejoraba el panorama, y considerando que se salió a jugar el partido presionar sin arriesgar mucho, no dejaba conformes a los seguidores de la sub20 Argentina. Un 6-0 frente a un equipo débil como Túnez trajo nuevamente un poco de confianza al equipo, pero se venía lo peor. Una derrota inesperada contra Costa Rica por 2-1 nos marginaba del mundial, y nos dejaba situados como un equipo mediocre. Con un poco de mala suerte, vale decir, perdimos contra un equipo inferior que tenía como único recurso defenderse. Pero no se cambió el planteo con el que se empató antes, ni tampoco se atacó por sus lados fuertes (cosa que, contrario al pensamiento popular, debería ser así... atacar con nuestro mejor ataque su lado más fuerte, y con el más débil su lado más débil, y no machacar al rival por un lado y perder abrumadoramente por otro). Al final, el partido contra Filipinas, algo apretado pero con victoria argentina, y la última derrota contra Polonia fueron la despedida del mundial, repitiendo la historia.

Con ilusiones renovadas, la nueva camada de jugadores se compuso por Martín Del Moral (44910500) al arco, como defensores Horacio Caneo (45737485), Gerónimo Ramos (44915533), Federico Saenz Ford (44997001), al medio Humberto Rodríguez (46785716), Bart Schurrer (44906176), Leandro Tripiciano (44913461), por las bandas Hugo Eduardo Patiño (45431272) como lateral y como delanteros Alejandro Velasquez (45506419), Smeagol Cotts (44908205) y Marcelo Adrián Ortiz (44919801)... y los un año más jóvenes Samuel Cerdà Palau (54362784), Nelson David Olivera (54252300), Gerardo Navarra (54560390) entre otros, representando a la camada más joven para que fuera juntando experiencia. Se empezó de la peor manera. Se perdió por una abrumadora goleada de 5-0 contra una selección pareja, Rusia. El principal error, en mi opinión, es no tener una estrategia concreta. No se busca tener un mediocampo abrumador, no se busca jugar agresivamente de contra con una defensa fuerte, nada. Parece como si se mandara la formación desinteresadamente, sin tener un objetivo, y lo pagamos caro. El siguiente partido, se jugó contra la débil selección de Trinidad y Tobago, a la cual se le ganó 3-0, aunque no todo fue color de rosas. Por ejemplo, ante la lesión del lateral Alejandro Mastrángelo (54908029) tuvo que ingresar un defensor en su lugar, Thorin Abalos (44971735), rindiendo unas ridículas 2 estrellas y media, mientras que se daban claras ventajas al rival, que por ser muy inferior, no pudo obtener ventaja. Contra Albania, otro equipo inferior, se ganó 6-0 con un planteo similar al usado contra Trinidad y Tobago. Pero no todos los equipos eran así, y nos tocó Dinamarca, que con un agresivo contraataque con defensas entre magnífico y titánico hizo que Argentina tuviera algunas complicaciones, pero dada la diferencia de mediocampo abrumadora, una defensa sólida y unos ataques decentes, salvo una banda que se obtuvo buenas calificaciones, el resultado conseguido fue un correcto 2-0 a favor. El partido siguiente fue contra Francia, y Argentina salió defensivamente con una 4-4-2 con las líneas bastante parejas, con una fuerte defensa. Francia, en cambio, con una 3-5-2 con un lateral ofensivo y otro hacia medio, con defensas, medio y ataque fuerte, sufrió lo que Argentina en partidos anteriores. Sin objetivos claros, simplemente salió a jugar, y lo pagó carísimo: un empate quizás inmerecido contra Argentina, que, con algo de suerte, se llevaba un punto valiosísimo. Después de ese partido, se vino Macedonia, que salió a presionar, y logró su cometido: se llevó un punto después de un aburrido 0-0 con una Argentina conservadora la cual, como en partidos anteriores, sin objetivos claros y con ganas de no superar por mucho en algo pero quizás si tener todo parejo, no pudo marcarle ni siquiera un gol a esta débil selección. Contra Rusia, la historia fue similar pero en otro contexto: Argentina por fin salía con una formación con un objetivo claro, salir a ganar, gracias a un mediocampo fuerte, una defensa que era un poco dejada de lado para obtener ataques fuertes como un sobrenatural por una banda y un brillante por el centro, 3-4-3. Enfrente tuvo a una mezquina Rusia que, con una formación 5-4-1 con delantero defensivo, no obtuvo ataque prácticamente, pero sí un medio decente y una defensa impresionante a la que Argentina no le pudo marcar un gol. Las defensas rusas, entre extraterrestre y divino, eran demasiado, especialmente a nivel sub20. Dos victorias previsibles y lógicas contra Albania y Trinidad, hicieron que la Argentina se tuviera que enfrentar nuevamente con un rival de su tamaño como lo fue Dinamarca. Esta vez sí, la suerte estuvo un poco del lado argentino, que acompañado por un muy buen planteo con un defensor ofensivo, sin resignar tanto la defensa pero si sumando al medio, le alcanzó para ganar 4-3 contra la difícil escuadra Danesa. Se venía un equipo todavía más complicado, Francia. Los dos equipos salieron parejos, sin objetivos claros... sin embargo, Argentina pudo manejar el partido y ganar por 4-2, ganando el medio por poco, pero con un segundo tiempo con posesión claramente a favor. Francia, con una 3-5-2 simétrica, con defensores laterales defensivos y laterales hacia medio, sin arriesgar, se llevó una derrota. Argentina pasaba de ronda... faltaría nomás jugar contra Macedonia, a la cual con un 4-4-2 en para juntar espíritu y de contragolpe se le sacó un empate 2-2.

Siguiente rondas, 3 partidos a matar o morir. El primero de esos partidos, Chile. Con un mal planteo (poco medio sumado a que no había una táctica como contraataque para acompañar) los chilenos se llevaron la victoria con un 3-2 en el cual, con defensa central y no mucho más, les fue bastante como para superar a Argentina que con su camada más joven no era lo mismo. La lesión del querido mediocampista Pomatta no hizo más que agravar las cosas. El siguiente partido nos enfrentamos contra Polonia. Con un planteo claro, de dominar el medio y obtener ataques fuertes, fue más que una Argentina sin ganas de luchar con defensa, medio y ataque central. Defensa más medio no suele ser una buena combinación, salvo que se juegue de contra, y Argentina lo sufrió reiteradas veces. Polonia con toda su defensa ofensiva tuvo todo como para llevarse el triunfo, que fue 2-1. Ya afuera, el último partido era contra una selección fuerte como la holandesa. Con un planteo con 2 defensores ofensivos y uno en normal, y en calificaciones con dos ataques fuertes, tuvo un planteo adecuado aunque posiblemente no óptimo. Si se va a jugar con defensores ofensivos, ¿para qué se pone un defensor normal también? La idea de los defensores ofensivos es aportar al medio, poner un defensor aparte en normal no hace otra cosa que ir contra la corriente en casi todos los casos. Para colmo, un planteo tirando las cosas al medio, y con poco espíritu no es una buena combinación. Holanda tuvo un planteo mucho peor. 3-5-2 con inner defensivos, con mucha defensa, un solo ataque que ni siquiera llegaba a ser fuerte, y un medio superior al de Argentina. ¿A qué jugaron? No lo sé. Lo que sí se es que si Argentina llegaba con espíritu el partido estaba en su bolsillo. Pero no fue así, y terminó en un empate 1-1, siendo esta la despedida del último mundial jugado hasta el momento.

Hoy en día, estamos en el mundial que sigue. El seleccionador no cambió, los planteos siguen similares. Argentina sigue sin tocar la gloria, sufriendo en grupos quizás accesibles, y empatando partidos regalados. Sin embargo esto ya es otra historia, y esperemos que se pueda revertir esta suerte y se logre por fin el ansiado campeonato, o por lo menos, llegar a instancias decisivas para poco a poco ir haciendo que los demás equipos sepan que Argentina no es un equipo para salir PIC sino un hueso duro de roer.

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