Historia Seleccion Sub20 2da parte

Continuamos la nota de ayer...

Nueva camada de jugadores tocaba ahora, para renovar ilusiones en el cuarto mundial. Los más jóvenes como el arquero José María Zorrilla (10763801), el mediocampista Bill Hoff (10583387) y los defensores Alberto González Solares (10583366) y Jorge Martínez (10936982), sumados a la camada anterior de jugadores como Zurita, Zalabardo y Bordera, sumado los que no tuvieron su oportunidad hasta el momento como Unai Manso Sainz (7981322) y Domingo Sánchez (7747853) eran el futuro de la selección mayor, mientras que tan sólo los primeros serían los que podrían llevar adelante la sub20 por una cuestión de edad. De a poco fueron surgiendo también Felipo Villena (11472541), Nestor Urrutia (11119517) y Gabriel Rocamora (10797266) para sumar al mediocampo y Teofilo Anaut (11269480) y Jorge Aimar (10928072), que serían la base del equipo a futuro tanto en la sub20 como en la mayor, entre muchos otros. Sin dudas, una de las camadas más promisorias y de mejor nivel de nuestra historia, comparándonos con otros países. Equipo había, ahora solo faltaba demostrar que con ese equipo se podía lograr algo grande. Así, llegamos al cuarto mundial de nuestra historia, ya mediados de 2004. No había excusas: ya los usuarios sabían bien como era el juego, se sabía como entrenar, como formar, como plantear un partido, como sacar buenas calificaciones, contrariamente a como era antes, que para todo aquel que no fuera sueco ni entendiera su idioma, todo era muy confuso y complicado, existiendo pocas guías las cuales eran en su mayoría poco certeras, y lo que se sabía era más por experiencia propia que otra cosa.

El primer partido fue un duro partido contra Serbia, en el cual Argentina pudo superar a Serbia en el complemento, después de un cerrado 1-1 en el que Argentina marcó la diferencia gracias a Ángel Vázquez (12358109), que sentenció el 2-1 final para alegría de los argentinos. Con un 3-5-2 con un defensor ofensivo y un lateral hacia medio, Argentina logró superar ampliamente a sus rivales, los cuales con un ingenuo 3-5-2 con 4 inner y defensa simétrica, perdieron el medio por bastante y con su fuerte defensa no lograron contener los ataques rivales. Como en el mundial anterior, Argentina empezaba con el pie derecho, gracias a mucho medio y no tanta defensa/ataque. El segundo partido nos topó con Gales, un equipo no tan fuerte como el nuestro pero que nos podía complicar. Considerando que era probable que nos salieran con una formación defensiva, Argentina optó por salir con una conservadora 3-5-2 pero que tuvo ataques más fuertes que el partido anterior. Gales se decidió por una poderosa 4-5-1 presionar con muy fuertes defensas y un medio considerable, pero con ataques pobres. Se la jugarían por algún evento quizás de su delantero y lateral hacia medio rápidos, y confiaban en sus 4 inner para tener un buen dominio del balón. Al parecer, ya casi todos sabían de la importancia del mediocampo para estos tiempos, porque se nota que son varios los equipos con muchos inners, gente tirada a subir el mediocampo, etc. El partido que le siguió tocó Austria, y Argentina optó por jugar 4-4-2 al contraataque, y Austria con un 3-5-2 simétrico con laterales ofensivos se hizo un festín, convirtiéndonos 5 goles y mostrándose muy superiores a Argentina… para colmo, el siguiente partido también se lo perdió frente a USA, los cuales con una 3-4-3 con no tanto medio pero si buen ataque y defensa, le bastó para vencer a una Argentina 3-5-2 a puro medio y un ataque decente. El partido siguiente, nos volvimos a cruzar con República Checa como en el mundial anterior, y no les tuvimos piedad. Con una fórmula efectiva, con una 3-4-3 con un defensor ofensivo (Urrutia), siguiendo lo que muchos afirman del juego que con un mediocampo y ataque central fuerte se obtienen buenos resultados, pudimos ganarle 4-2 a un parejo equipo checo que se la jugó con un 3-5-2 con 4 inner, un defensor ofensivo y un lateral ofensivo, 3 jugadores reposicionados, pero ni así pudieron igualar el medio argentino. Afuera del mundial, nuevamente.

Con alegrías renovadas, y con muchas ganas de seguir mejorando, Argentina tenía una nueva camada de jugadores a su disposición, destacándose entre otros el arquero, los defensores Damián Huel (15739661), Juan Ignacio Paz (20775830) y Jeremías Corbet (20777886), los medios Rafael Camacho (15457778), Martín García (14675078) y Anselmo Paredes (22285388), los laterales Esteban Timpani (20504091) y Fabricio Fernández (14673759) y el delantero Clemente Arregui (20500578). Impresionante camada de jugadores como para llegar a lo más alto, y ya la gente estaba cansada de fracasos. Ganando cómodamente contra Bolivia 5-0, y empatando contra Japón y Colombia 0-0, en el primero contra una contra aguerrida, y en el segundo contra una presión muy débil pero que de todas formas no pudimos concretar, Argentina empezó a buscar la hazaña de clasificarse al quinto mundial. Pero sin embargo, por ahora, la suerte no estaba de nuestro lado. De todas formas, pudimos ganarle a Israel, que nos salió contraataque con un nivel clase mundial de táctica y tres defensas fuertes, gracias a una contundente 3-4-3 que nos sirvió para sentenciar el 2-0 definitivo en el encuentro. A esta victoria, le siguieron otras frente a una muy débil Bolivia por 4-0, frente a un fuerte contraataque de Japón por 3-1 y contra una arriesgada Colombia que buscó igualar el medio pero no le alcanzó por 3-2. La 3-4-3, táctica para machos si las hay, fue la utilizada por Argentina en estos encuentros. Tranquilamente, Argentina se clasificaba para la siguiente ronda, sin muchos sobresaltos, y faltaba solamente un partido contra Israel que era tan solo un trámite, probando una 4-5-1 atacar por las bandas, con la cual perdimos 3-0, pero esto sería tan solo anecdótico. Ahora sí, se vendrían duros desafíos para la selección.

Dejando el plantel los jugadores más viejos para dejar a los más jóvenes que llegaban con la edad justa para el mundial, Argentina vio algunas caras nuevas, y se quedó con algunas otras no tan nuevas que ya habían sido parte del plantel en la etapa clasificatoria. Estaba muy complicado, pero no era imposible. El grupo de la muerte albergó a Argentina. El primer partido fue durísimo. Estonia. El resultado fue adverso, y un humillante 5-1 para Estonia fue una rotunda forma de hacer a los argentinos volver a pisar el suelo y bajar de esa nube de ensueño. Con muchísima defensa en su 3-5-2 normal, Estonia fue demasiado para una Argentina que formó también 3-5-2 con dos ataques fuertes por las bandas. A pesar de empezar ganando, los 5 goles posteriores le dieron la victoria a Estonia. El error, quizás, había sido no priorizar el medio para que podamos tener chances por esos dos ataques fuertes por las bandas. Había que remontarlo, y se venía un partido dificilísimo: Suecia. El equipo que históricamente siempre fue el más fuerte sería el rival de Argentina, y no decepcionó. 2-0 con un equipo bastante parejo pero superior bastaron para dejar a Argentina nuevamente fuera de una copa del mundo... El partido contra Oceanía, un empate heroico por 1-1, fue tan sólo anecdótico... a seguir esperando.

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