Marc "de la gente" O´Farrell (por laguirre)
El nacimiento de un grande
Los inicios de Marc O´Farrell en el mundo del Hattrick se remontan al día 27-7-02 día en el que recibí mi querido Librasboys.
Una vez estudiadas las reglas referidas a las habilidades de cada jugador, procedí con todo el entusiasmo a copiar en una planilla cada una de las habilidades de mis jugadores (en esa época no tenía ni noticias de los managers que nos “simplificaban” el laburo).
Al llegar a Marc ya noté en él algo especial, era “técnico”…el único de mi equipo… ¿Qué era eso? Revisé las reglas nuevamente… Era un “distinto”; la hinchada se volvería loca con sus tacos y rabonas y por supuesto, con sus simpáticos sombreros…
Luego llegué a las habilidades, 28 años… insuficiente anotación y pases… prácticamente lo mandábamos a espiar y tocaba el timbre… no servía ni para preparar el fuego de los asados… sin embargo nos quedamos con el valuarte (devaluado) y comencé con el juego.
El jugador entraba en los amistosos, en partidos de copa, pero no había lugar para él en los partidos oficiales de liga ya que los delanteros estaban afianzados.
Pasó el tiempo, temporada 16 sin pena ni gloria, sólo los comienzos…. La temporada 17 a pesar de la dura lesión de Giovanbattista Pavone, tampoco lo encontró a Marc en sus mejores momentos por lo que calentó el banco en más de una oportunidad. Jugadores nuevos fueron llegando en la temporada 18, algunos históricos se fueron y finalmente llegó la última fecha de esa temporada… Ya sin problemas de espíritu decidí finalmente darle libertad de acción a más de un jugador, se fue Sánchez, un lateral potente, Aláez un delantero de raza se fue también en el recambio y Marc quedó en el club.
Tres veces había sido puesto a la venta en esa temporada y cada vez que la directiva del club tomaba esa decisión, Marc la “rompía” en algún amistoso, hacia 2 o 3 goles y la gente lo aclamaba desde las gradas haciendo cada vez más difícil el desprendimiento de este activo del club.
Antes de comenzar la temporada 19, me tocó la dura responsabilidad de tomar una definitiva decisión: Marc debía dejar de pertenecer al club ya que no tenía sentido mantenerlo por su condición de veterano y por las pocas posibilidades de titularidad que tenía con la promoción de Juan Antonio Alas a la 1ra de Librasboys.
Justo esa semana caí enfermo con una angina que derivo en faringitis por lo que tome esa semana para la decisión fundamental. Finalmente la decisión llegó y muy a mi pesar le comenté por MSN a mi amigo Diego Corbal (Manager de “Parque Warriors”) la dura determinación, Marc O´Farrell se iría del club y por no haber ofertas, debía despedirlo… pasaría a ser uno más de los “lesionados por 10 semanas…”
La respuesta no se hizo esperar… “¡¡¡¿¿Como vas a echar al Marc de la Gente??!!!” (con una serie de epítetos que me niego a reiterar…).
Esa frase dio un giro total a mi decisión, percibí finalmente el cariño del público reflejado en los comentarios del presidente de mi archirival “Parque Warriors” y concluí que debía entonces darle una nueva oportunidad a Marc…
Fue cuando me acerqué a la Conferencia de Argentina en el Hattrick y solicité algo que era totalmente descabellado.
Todos conocían la historia de “Bob” el “querido compañero de equipo… Marc se había ganado el cariño ya de su gente e incluso la de la gente de Parque Warriors; bastaba ver entonces hasta que punto era acompañado por el resto de la comunidad…
Fue así que solicité a los pesos pesados del HT Argentina, por aquél entonces GM-Patron y GM-Fëanor (bien sabía que no podía hacer llegar a Marc con el mote de “querido compañero…” como Bob), si era posible que Marc contara con un apodo especial, su apodo, el que lo acompañaría por el resto de su vida en el mundo del Hattrick, sería entonces Marc “de la gente” O´Farrell…
Enseguida la comunidad se hizo eco de este pedido, todos aclamaban a Marc de la Gente y pedían por su titularidad y por su apodo. Hubo algunos descabellados que pidieron para Marc la Selección Nacional Argentina…
Fue una inyección anímica para Marc, había jugado en la temporada 18 la “Copa Bardera” y había demostrado sus aptitudes en algunos partidos…
Se propuso que el agregado del apodo estaría determinado por el apoyo que recibiera el crack…. Fue así que hubo que juntar firmas entre la comunidad. Finalmente se obtuvieron más firmas de las requeridas y gracias a la comunidad toda (GM’s incluidos) un día, al acceder a los jugadores de Librasboys, Marc tenía ya su apodo… “de la gente” no sólo de Librasboys sino de todo HT Argentina…
Clubes se acercaron para contratar al veterano goleador, incluso desde el exterior, pero Marc se había transformado en intransferible.
Su nombre pasó a ser el del estadio. La antigua “Trinchera” de Librasboys pasó a denominarse “Estadio Dr. Marc O´Farrell” y los torçedores se denominarían a si mismos “Herederos del O´Farrell de la gente…”, su nombre fue conocido y como tal logró su propia página en Internet: http://www.marcdelagente.com.ar
Una estrella había nacido y desplegaba su técnica en el gran Librasboys…
Un poco de historia (extraído de la página Oficial de Marc O´Farrell – “Breve historia de una vida de película”)
Hola, mi nombre es O´Farrell, Marc O´Farrell... Tal vez me conozcan más por “el de la gente”...
¿Cómo nació este apodo?
Bueno, les cuento, a los 25 años llegué a Librasboys para sumarme a su plantel, me habían visto en los Inter… Countries de Del Viso y para ese entonces yo había dejado la práctica deportiva y me había dedicado de lleno a la gastronomía, porque me prendía en cuanto asado se armaba.
En uno de esos asados se armó un picado del cual participé y fui el goleador con dos goles (tres en realidad, pero uno fue en contra y con la mano, que vale igual…). La cuestión es que me vio un alto directivo de la comisión de Librasboys, el muchacho llegaba al techo del quincho casi arrodillado, era un animal, media como 2 metros 20 cm. El muchacho, Jerónimo se llamaba, se acercó y me ofreció jugar en el club, a mí se me estaba acabando la guita que me había hecho con la lotería y decidí jugar. En realidad, siempre fui un apasionado del fútbol, pero nunca me había dedicado a pleno.
Tomó tres años ponerme a punto, cuando finalmente lo hice, debuté en la primera de Librasboys de la mano del nuevo manager Leandro Aguirre. Leandro es un muchacho serio, algo taciturno que rápidamente vio mis condiciones de futbolista y me mandó a entrenar a full, para que me pusiera a punto por si algún club me fichaba ya que me había declarado transferible. Aún así la rompí en la copa y metí un gol; luego vendrían amistosos donde me ponían para que me ficharan los scouts del exterior que lamentablemente nunca vinieron. La hinchada coreaba mi nombre: “Marc Marc Marc…” No coreaban el apellido porque no les salía con las canciones hasta que un día se impuso:
“yo vine a ver a Maaarc… el O’Farrell de la gente
vamo’ al frente Librasboysss, y la hinchada que lo alienteee”
Pero la presión era demasiada para el DT, y el buen momento de mi amigo Pavone me alejaban de la titularidad... Un buen día me llaman al despacho del manager y allí me comunican que iba a dejar de pertenecer al club. La voz se corrió, y el manager de otro club, el conocido y temido (por su espíritu combativo) Garfio, le dijo a Aguirre: “Vos estas loco! No podes rajar al O´Farrell de la gente!” Según trascendidos de pasillo, Leandro se le rió en la cara a Garfio y le dijo que él disponía de los jugadores a su antojo. El comentario llegó a la hinchada, y en el próximo partido una bandera gigante decía “Comisión, el O´Farrell es de nuestra hinchada, del pueblo, de la gente toda. NO a la comisión – SI a Marc”.
Ante la inminente rebelión de los “Herederos de Marc O´Farrell” (así había pasado a denominarse la barra brava de Librasboys, la comisión debió ceder y finalmente se me dio a los 29 años la seguridad de que mi carrera, por corta o larga que fuera, concluiría en Librasboys).
Finalmente el mundo todo del fútbol me reconoció con el nombre de el “de la gente” y luego de varios cacerolazos y movilizaciones variadas, soy conocido por ese apodo.
Pero... ¿Quién es el “de la gente”?
Desde mi niñez, mi pasión era la medicina, jugaba al doctor con mis compañeritas del primario, luego con las del secundario, con las mucamas que contrataban en casa, etc. Finalmente mi vocación de doctor me llevó a estudiar medicina en la UBA. Había dos temas que me interesaban por demás, la ginecología y la gastroenterología. Finalmente seguí esta rama de la medicina pero mi interés partía de un segundo punto. Desde chico y ante cualquier ocasión de extrema tensión, sufría (e incluso sigo sufriendo) de malestares estomacales que me han llevado a menudo a situaciones complicadas y de extrema vergüenza. Me he cagado, por ejemplo, en el Teatro Colón ya que desde el palco desde el cual presenciaba la ópera (mi tercer gran pasión) veía que otra mina me miraba con los binoculares desde enfrente, fue tal la tensión que me cagué encima tan fuerte que la gente se levantó al unísono para aplaudir lo que pensaron era el final de la obra de Wagner. Extraña y paradójicamente, lo que me había motivado a estudiar gastroenterología, fue a su vez la causa de mis mayores males. La raíz del asunto era la dificultad de cada uno de los parciales o finales que debía dar en la UBA. Cada uno de ellos significaba una terrible cagadera para mí y al menos uno o dos días de reposo con la pelela al lado de la cama. Nunca pude encontrar la causa de mi aflicción ni siquiera una vez recibido donde, dicho sea de paso, tuve que usar el diploma en el baño de la UBA a falta de papel.
El fútbol siempre fue algo secundario para mí, de hecho jugaba al pato donde hacía honor al dicho de “a cada paso una cagada”, pero hay que entender que a menudo las circunstancias vividas me superaron y el esfínter no fue cerrado a tiempo…. A partir de los 23 años jugué por los intercountries, donde si no ponías la pierna fuerte te mataban y por eso, mas de una vez salí muerto, y por supuesto cagado… Actualmente, me desempeño como delantero centro en Librasboys, en realidad soy polifuncional porque puedo moverme por todo el frente de ataque, e incluso el medio campo. Mi mayor deseo, fue siempre salir campeón de algo, no estoy lejos de lograrlo y eso me motiva a dar cada día más de mi. Pero, sin presionarme mucho, porque la presión me mata, o mejor dicho, me caga… Espero poder llegar a primera con ésta, mi segunda casa. También me gustaría algún día jugar en el seleccionado y devolverle a la gente que tanto me apoyó todo el cariño con goles, que es lo mejor que sé hacer, además de aguantar la cagadera.
Firma: Marc “el de la gente”.
Los inicios de Marc O´Farrell en el mundo del Hattrick se remontan al día 27-7-02 día en el que recibí mi querido Librasboys.
Una vez estudiadas las reglas referidas a las habilidades de cada jugador, procedí con todo el entusiasmo a copiar en una planilla cada una de las habilidades de mis jugadores (en esa época no tenía ni noticias de los managers que nos “simplificaban” el laburo).
Al llegar a Marc ya noté en él algo especial, era “técnico”…el único de mi equipo… ¿Qué era eso? Revisé las reglas nuevamente… Era un “distinto”; la hinchada se volvería loca con sus tacos y rabonas y por supuesto, con sus simpáticos sombreros…
Luego llegué a las habilidades, 28 años… insuficiente anotación y pases… prácticamente lo mandábamos a espiar y tocaba el timbre… no servía ni para preparar el fuego de los asados… sin embargo nos quedamos con el valuarte (devaluado) y comencé con el juego.
El jugador entraba en los amistosos, en partidos de copa, pero no había lugar para él en los partidos oficiales de liga ya que los delanteros estaban afianzados.
Pasó el tiempo, temporada 16 sin pena ni gloria, sólo los comienzos…. La temporada 17 a pesar de la dura lesión de Giovanbattista Pavone, tampoco lo encontró a Marc en sus mejores momentos por lo que calentó el banco en más de una oportunidad. Jugadores nuevos fueron llegando en la temporada 18, algunos históricos se fueron y finalmente llegó la última fecha de esa temporada… Ya sin problemas de espíritu decidí finalmente darle libertad de acción a más de un jugador, se fue Sánchez, un lateral potente, Aláez un delantero de raza se fue también en el recambio y Marc quedó en el club.
Tres veces había sido puesto a la venta en esa temporada y cada vez que la directiva del club tomaba esa decisión, Marc la “rompía” en algún amistoso, hacia 2 o 3 goles y la gente lo aclamaba desde las gradas haciendo cada vez más difícil el desprendimiento de este activo del club.
Antes de comenzar la temporada 19, me tocó la dura responsabilidad de tomar una definitiva decisión: Marc debía dejar de pertenecer al club ya que no tenía sentido mantenerlo por su condición de veterano y por las pocas posibilidades de titularidad que tenía con la promoción de Juan Antonio Alas a la 1ra de Librasboys.
Justo esa semana caí enfermo con una angina que derivo en faringitis por lo que tome esa semana para la decisión fundamental. Finalmente la decisión llegó y muy a mi pesar le comenté por MSN a mi amigo Diego Corbal (Manager de “Parque Warriors”) la dura determinación, Marc O´Farrell se iría del club y por no haber ofertas, debía despedirlo… pasaría a ser uno más de los “lesionados por 10 semanas…”
La respuesta no se hizo esperar… “¡¡¡¿¿Como vas a echar al Marc de la Gente??!!!” (con una serie de epítetos que me niego a reiterar…).
Esa frase dio un giro total a mi decisión, percibí finalmente el cariño del público reflejado en los comentarios del presidente de mi archirival “Parque Warriors” y concluí que debía entonces darle una nueva oportunidad a Marc…
Fue cuando me acerqué a la Conferencia de Argentina en el Hattrick y solicité algo que era totalmente descabellado.
Todos conocían la historia de “Bob” el “querido compañero de equipo… Marc se había ganado el cariño ya de su gente e incluso la de la gente de Parque Warriors; bastaba ver entonces hasta que punto era acompañado por el resto de la comunidad…
Fue así que solicité a los pesos pesados del HT Argentina, por aquél entonces GM-Patron y GM-Fëanor (bien sabía que no podía hacer llegar a Marc con el mote de “querido compañero…” como Bob), si era posible que Marc contara con un apodo especial, su apodo, el que lo acompañaría por el resto de su vida en el mundo del Hattrick, sería entonces Marc “de la gente” O´Farrell…
Enseguida la comunidad se hizo eco de este pedido, todos aclamaban a Marc de la Gente y pedían por su titularidad y por su apodo. Hubo algunos descabellados que pidieron para Marc la Selección Nacional Argentina…
Fue una inyección anímica para Marc, había jugado en la temporada 18 la “Copa Bardera” y había demostrado sus aptitudes en algunos partidos…
Se propuso que el agregado del apodo estaría determinado por el apoyo que recibiera el crack…. Fue así que hubo que juntar firmas entre la comunidad. Finalmente se obtuvieron más firmas de las requeridas y gracias a la comunidad toda (GM’s incluidos) un día, al acceder a los jugadores de Librasboys, Marc tenía ya su apodo… “de la gente” no sólo de Librasboys sino de todo HT Argentina…
Clubes se acercaron para contratar al veterano goleador, incluso desde el exterior, pero Marc se había transformado en intransferible.
Su nombre pasó a ser el del estadio. La antigua “Trinchera” de Librasboys pasó a denominarse “Estadio Dr. Marc O´Farrell” y los torçedores se denominarían a si mismos “Herederos del O´Farrell de la gente…”, su nombre fue conocido y como tal logró su propia página en Internet: http://www.marcdelagente.com.ar
Una estrella había nacido y desplegaba su técnica en el gran Librasboys…
Un poco de historia (extraído de la página Oficial de Marc O´Farrell – “Breve historia de una vida de película”)
Hola, mi nombre es O´Farrell, Marc O´Farrell... Tal vez me conozcan más por “el de la gente”...
¿Cómo nació este apodo?
Bueno, les cuento, a los 25 años llegué a Librasboys para sumarme a su plantel, me habían visto en los Inter… Countries de Del Viso y para ese entonces yo había dejado la práctica deportiva y me había dedicado de lleno a la gastronomía, porque me prendía en cuanto asado se armaba.
En uno de esos asados se armó un picado del cual participé y fui el goleador con dos goles (tres en realidad, pero uno fue en contra y con la mano, que vale igual…). La cuestión es que me vio un alto directivo de la comisión de Librasboys, el muchacho llegaba al techo del quincho casi arrodillado, era un animal, media como 2 metros 20 cm. El muchacho, Jerónimo se llamaba, se acercó y me ofreció jugar en el club, a mí se me estaba acabando la guita que me había hecho con la lotería y decidí jugar. En realidad, siempre fui un apasionado del fútbol, pero nunca me había dedicado a pleno.
Tomó tres años ponerme a punto, cuando finalmente lo hice, debuté en la primera de Librasboys de la mano del nuevo manager Leandro Aguirre. Leandro es un muchacho serio, algo taciturno que rápidamente vio mis condiciones de futbolista y me mandó a entrenar a full, para que me pusiera a punto por si algún club me fichaba ya que me había declarado transferible. Aún así la rompí en la copa y metí un gol; luego vendrían amistosos donde me ponían para que me ficharan los scouts del exterior que lamentablemente nunca vinieron. La hinchada coreaba mi nombre: “Marc Marc Marc…” No coreaban el apellido porque no les salía con las canciones hasta que un día se impuso:
“yo vine a ver a Maaarc… el O’Farrell de la gente
vamo’ al frente Librasboysss, y la hinchada que lo alienteee”
Pero la presión era demasiada para el DT, y el buen momento de mi amigo Pavone me alejaban de la titularidad... Un buen día me llaman al despacho del manager y allí me comunican que iba a dejar de pertenecer al club. La voz se corrió, y el manager de otro club, el conocido y temido (por su espíritu combativo) Garfio, le dijo a Aguirre: “Vos estas loco! No podes rajar al O´Farrell de la gente!” Según trascendidos de pasillo, Leandro se le rió en la cara a Garfio y le dijo que él disponía de los jugadores a su antojo. El comentario llegó a la hinchada, y en el próximo partido una bandera gigante decía “Comisión, el O´Farrell es de nuestra hinchada, del pueblo, de la gente toda. NO a la comisión – SI a Marc”.
Ante la inminente rebelión de los “Herederos de Marc O´Farrell” (así había pasado a denominarse la barra brava de Librasboys, la comisión debió ceder y finalmente se me dio a los 29 años la seguridad de que mi carrera, por corta o larga que fuera, concluiría en Librasboys).
Finalmente el mundo todo del fútbol me reconoció con el nombre de el “de la gente” y luego de varios cacerolazos y movilizaciones variadas, soy conocido por ese apodo.
Pero... ¿Quién es el “de la gente”?
Desde mi niñez, mi pasión era la medicina, jugaba al doctor con mis compañeritas del primario, luego con las del secundario, con las mucamas que contrataban en casa, etc. Finalmente mi vocación de doctor me llevó a estudiar medicina en la UBA. Había dos temas que me interesaban por demás, la ginecología y la gastroenterología. Finalmente seguí esta rama de la medicina pero mi interés partía de un segundo punto. Desde chico y ante cualquier ocasión de extrema tensión, sufría (e incluso sigo sufriendo) de malestares estomacales que me han llevado a menudo a situaciones complicadas y de extrema vergüenza. Me he cagado, por ejemplo, en el Teatro Colón ya que desde el palco desde el cual presenciaba la ópera (mi tercer gran pasión) veía que otra mina me miraba con los binoculares desde enfrente, fue tal la tensión que me cagué encima tan fuerte que la gente se levantó al unísono para aplaudir lo que pensaron era el final de la obra de Wagner. Extraña y paradójicamente, lo que me había motivado a estudiar gastroenterología, fue a su vez la causa de mis mayores males. La raíz del asunto era la dificultad de cada uno de los parciales o finales que debía dar en la UBA. Cada uno de ellos significaba una terrible cagadera para mí y al menos uno o dos días de reposo con la pelela al lado de la cama. Nunca pude encontrar la causa de mi aflicción ni siquiera una vez recibido donde, dicho sea de paso, tuve que usar el diploma en el baño de la UBA a falta de papel.
El fútbol siempre fue algo secundario para mí, de hecho jugaba al pato donde hacía honor al dicho de “a cada paso una cagada”, pero hay que entender que a menudo las circunstancias vividas me superaron y el esfínter no fue cerrado a tiempo…. A partir de los 23 años jugué por los intercountries, donde si no ponías la pierna fuerte te mataban y por eso, mas de una vez salí muerto, y por supuesto cagado… Actualmente, me desempeño como delantero centro en Librasboys, en realidad soy polifuncional porque puedo moverme por todo el frente de ataque, e incluso el medio campo. Mi mayor deseo, fue siempre salir campeón de algo, no estoy lejos de lograrlo y eso me motiva a dar cada día más de mi. Pero, sin presionarme mucho, porque la presión me mata, o mejor dicho, me caga… Espero poder llegar a primera con ésta, mi segunda casa. También me gustaría algún día jugar en el seleccionado y devolverle a la gente que tanto me apoyó todo el cariño con goles, que es lo mejor que sé hacer, además de aguantar la cagadera.
Firma: Marc “el de la gente”.
Comentarios